El cine francés registra el mayor retroceso de toda Europa central y oriental: tras la baja de más de 69% de espectadores con respecto a 2008, se derrumba el número de espectadores después de haber alcanzado, durante dos años consecutivos, los 7 a 8 millones.
El mercado:
Rusia registró un alza del 15% de frecuencia de asistencia en 2009, y ello pese a que la taquilla bajara considerablemente. La baja se debió en realidad a la paridad euro/rublo, ya que la recaudación en rublos no dsiminuyó en absoluto; al contrario aumentó en un 18,6%.
El parque de salas sigue creciendo aunque a ritmo más lento; con todo y con eso, se crearon 150 nuevas salas en un año. A finales de 2009, había 353 salas digitales en funcionamiento en el país (eran 3 en 2006, 31 en 2007 y 91 en 2008). Entre mediados de noviembre y mediados de diciembre, se han equipado 90 salas nuevas, ¡justo a tiempo antes del estreno de Avatar!
El cine americano comparte el top 10 con el cine nacional aunque no igualitariamente (7 películas para el primero, 3 para el segundo). En 2008, hubo 3 cintas rusas en el top 10, pero a diferencia de este año, una de ellas encabezaba la lista. Incluso si no tenemos la cuota de mercado del cine americano, cabe imaginar que el aumento de la frecuencia de asistencia se deba sobre todo a él habida cuenta de que el cine ruso sufre una baja pasando de 25,5% a 22,7%. No obstante, las 87 cintas nacionales consolidan la posición de Rusia como potencia cinematográfica europea pese a la crisis. Por otra parte, en el sector de la distribución se sigue operando una honda mutación.
El Cine francés:
El cine francés es el que sufre el mayor retroceso en toda la Europa central y oriental: tras la baja de más de 69% de espectadores con respecto a 2008, se derrumba el número de espectadores después de haber alcanzado, durante dos años consecutivos, los 7 a 8 millones. La falta de títulos comerciales y el fracaso de los que se anunciaban como tales ha sido en gran parte la causa.
Por un lado, Central Partnership, aliado de siempre del cine francés, aumenta año tras año su cuota de mercado pero, por otro, desde que empezó a colaborar con Paramount compra cada vez menos cine francés. En términos generales, los mínimos garantizados por los compradores rusos desde hace un año se sitúan muy por debajo de lo habitual hasta la fecha. Pese a todo, las cuarenta películas francesas de la cartelera siguen representando fielmente la diversidad de la cinematografía francesa y la veintena de compradores de cine francés son tan distintos unos de otros que abarcan una gran variedad de públicos.
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