En el año 1964, Philippe Labro dirigía a Mireille Darc para 4XD, una serie de retratos encargados por Unifrance, con el fin de promocionar a cuatro jóvenes actrices francesas en el albor de sus carreras. Más de cincuenta años después, estas insólitas imágenes, sacadas del pasado, nos devuelven la frescura y seducción de quien fuera una de las reinas incontestables del cine francés.