Durante la crisis sanitaria que ha provocado profundos trastornos en todo el sector cinematográfico durante varios meses y a escala mundial, UniFrance ha observado atentamente cómo se han adaptado los modelos de distribución y de promoción del cine en todo el planeta.
Durante 3 meses, de manera inédita y dramática, las salas de cine han cerrado en el mundo entero. Y, sin embargo, las películas han seguido circulando. Este período ha permitido la creación de nuevas prácticas, o también, el reforzamiento de prácticas ya existentes. Lo más relevante es que la pequeña pantalla ha suplantado a la gran pantalla en la difusión del cine, pero también en la comunicación, promoción y explotación de las películas. Las salas, festivales, mercados, y todos los eventos relacionados con el cine han inventado nuevas formas de existir.
Es evidente que en todos los sectores de la profesión, la complementariedad con las prácticas digitales va a ir en aumento. Los festivales de cine, eventos especiales y otras iniciativas locales han descubierto su potencial para llegar hasta un público global. Los mercados de cine han probado la organización de reuniones virtuales como alternativa a los encuentros presenciales. La concentración de la oferta de la TVOD y la SVOD ha probado la importancia de la editorialización de contenidos y de la organización de eventos. Además, a pesar de las importantes pérdidas que han sufrido las salas, el valor que éstas aportan a las películas, así como la relación única que se crea entre el espectador y la sala de cine, han sido identificados como grandes ventajas en la colaboración con las plataformas, colaboración que los cines tendrán que instaurar de manera cada vez más recurrente.
Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, este informe nos permitirá destacar las diferentes prácticas aplicadas y nos servirá como punto de partida para establecer las bases de nuestras futuras reflexiones.
Pueden descargar el informe a continuación (disponible solo en francés).