"Hijo, tenías a penas tres años cuando entré en la cárcel. Desde entonces, vienes a verme, lo cual me permite verte crecer. Cuando fuiste al funeral de tu abuelo, cumpliste tu deber como Hombre. Todavía tengo muchas cosas que aportarte como padre. Hoy, deseo profundamente que leas este diario por ti mismo".
Tu padre.