Igual que un viaje al centro del "feminismo encantado" de los años 1970, esta película narra el encuentro entre la actriz Delphine Seyrig y la videasta Carole Roussopoulos.
Tras de un tono de lucha radical, cámara en mano, surge un tono lleno de humor, insolencia e intransigencia.
Una preciosa herencia que ha puesto en escena Callisto Mc Nulty, nieta de Carole.