Tras su viaje a Nueva York del 9 al 13 de octubre para promover su cortometraje, con ayuda de Unifrance, Nicolas Saada nos relata esos cuanto palpitantes días.
«Hay tres Nueva -York: la de los nacidos allí que aceptan la ciudad con sus grandeza y desmesura (...) La de los de la periferia, a los que la ciudad traga con ansia por la mañana y expulsa a la noche cuando hay que regresar a casa (...) y, por último, la Nueva- York de los nacidos en alguna otra parte que acuden a ella en busca de algo. » E.B. White, 1949
Miércoles 9 de octubre
Sí, en nueva York.
Razón del viaje: presentación del cortometraje Aujourd'hui, co-producido por Mk2 (y Ciné+), programado en los "Short Programs 3" del Festival de Cine de Nueva York.
Rodado a finales de 2012, con los protagonistas Bérénice Béjo, Frederick Wiseman, Kolia Abiteboul, Anna Sigalevitch y el simpar Fred Epaud. Imagen de Léo Hinstin y Sonido de Erwann Kerzanet. Rodaje de dos días, con un equipo unidísimo de gran determinación, Nos queda un excelente recuerdo y sentimos auténtico orgullo al defenderlo en Nueva York.
Y así y todo, en el taxi que me lleva a downtown me embarga un sentimiento difuso. ¿Por qué razón?
Quizás no sea más que el gris del cielo, el mal estado de los edificios o la acera, más pisoteada que nunca.
Rompo a hablar con el taxista, un haitiano llamado Griffin. Un tipo sonriente que decide ahorrarme los atascos pasando por Brooklyn.
Lleva cuarenta años trabajando en Estados Unidos. Como tanto compatriotas, salió huyendo de Port au Prince en los años 80.
Ahora espera poder traerse a la familia que resultó muy afectada por el terremoto de 2010.
Levanta y me enseña una carpeta de plástico llena de papeles : es la documentación con la que hacer venir a Estados Unidos a sus primos y a su hermana. Sus dos hijos ya tiene oficio, uno es informático y la otra quiere ser enfermera.
"Mire, la niña nació ahí ! ? "me cuenta mostrándome con el dedo un inmenso edificio, uno de los mayores hospitales de Brooklyn.
"El 21 de diciembre cierra el hospital y ya nadie podrá será atendido en este barrio. Yo vivo en Long Island pero pienso en mis amigos que se van a quedar sin hospital y sin medicamentos."
Se nos está olvidando lo que era la América en la que soñamos, tenemos que dejar atrás la cándida admiración que nos inspiraba desde hace tanto tiempo, al hilo de películas y canciones.
América sufre, como otros muchos países. Y hoy, día 9 de octubre, seguimos en pleno "shutdown" con todas las instituciones del país paralizadas.
Griffin ha votado por Obama: le apoya hasta el final, me explica que Health Care tiene que aprobarse sí o sí: los Americanos más pobres no reciben atención sanitaria, la clase media empieza a prescindir de la sanidad. Algunos van a comprar los medicamentos a Canadá y si no los encuentran, acaban comprándolos por Internet, más de una vez caducados.
Y los hospitales, los cierran, como el de los hijos de Griffin, donde nacieron.
Ese gran país que sufre, yo ya lo había descubierto el año pasado viajando con mi familia por las remotas tierras que atraviesa la carretera 66: Paige, Kingman o Kanab.
Pero también aquí mismo, en Nueva York, la ciudad en que todo se hace deprisa, la ciudad « in » y cosmopolita, se adivinan los inefables efluvios de esa nueva miseria que ya está penetrando en todas las grandes economías mundiales.
Y no es por falta de que los cineastas americanos denuncien el problema en sus películas: cineastas independientes (el magnífico Compliance del año pasado), hasta Hunger Games, parábola de una sociedad en plena zozobra.
La primera noche, cena con Vincent Paul-Boncour, fundador de Carlotta Films, distribuidora magnífica de cintas y dvds clásicos. Ha venido a presentar al Festival de Cine de Nueva York dos cintas restauradas de Leos Carax. Nos damos cita en West Broadway.
En una brasserie llamada l'ODEON, un lugar que no ha cambiado nada o casi nada. Yo celebré aquí mismo mis 19 años, hace muchísimo tiempo, en el 84, cuando estudiaba cine en la School Of Visual Arts. En aquel entonces, se veían las “Torres Gemelas » desde la calle.
Vincent es un cinéfilo activista que se pelea, con otros como Manuel Chiche, para dar vida en el presente a obras del pasado: Richard Fleischer, Douglas Sirk, Fassbinder, Mizoguchi y Pier Paolo Pasolini. Tiene prevista próximamente la reedición de La porte du Paradis o Furie (De Palma) en Blu Ray, así como varias reposiciones esperadas ansiosamente como la de Voyage au bout de l’enfer. Va a abrir una oficina de Carlotta en Nueva-York. Encarna la cinefilia viva y prospectiva que tanto necesitan todos los cineastas. Porque sin las películas de los demás, sin las películas históricas, no somos nada ni nadie.
________________________________________
Jueves 10 de octubre
El Festival de Cine de Nueva York es más que una institución. Es un remanso para todos los amantes del cine, además de una ocasión de ver películas que posiblemene nunca se mostrarán en Estados Unidos. Cuando no se encuentra haciendo algo especial, Wes Anderson no suele perderse ni una sola sesión. Muchas películas de Cannes es allí donde se estrenan, antes de emprender camino hacia Telluride o cualquier otro festival de cine del otoño. Figuran en el programa de este año Nebraska de Alexander Payne, el magnífico Jimmy P. - Psychothérapie d'un indien des plaines de Arnaud Desplechin y La Vie d'Adèle de Abdellatif Kechiche, amén de otros programas vanguardistas y clásicos restaurados.
El festival acoge excelentemente, de manera informal y super organizada a la vez: se da constantemente información sobre los eventos paralelos que pueden ser desde una master class a una fiesta o proyección especial.
Emma Myers, Gavin Smith son mis acompañantes del día. Gavin es uno de los pilares de Film Comment, la revista que edita la Film Society of Lincoln Center, la equivalente de nuestras Cinematecas. De ascendencia inglesa, pasea su figura de sala en sala comentando divertido los percances del día (desaparición de un invitado, sesión retrasada, falta de material).
El director de la programación del Festival de Cine de Nueva-York, Kent Jones, es otro de los cinéfilos abiertos y curiosos que saben apreciar la belleza de las últimas secuencias de Skyfall y los sublimes retazos oníricos de L’Heure du loup de Bergman.
Le conozco hace cierto tiempo y el primero sorprendido fui yo cuando me contó que había seleccionado “Aujourd’hui”. Feliz coincidencia la de seleccionar al mismo tiempo la apasionante saga de Fred Wiseman On Berkeley, presentada unos días antes de mi llegada. El encuentro del cineasta con Bérénice Béjo en Aujourd’hui le había gustado mucho.
Antes de la sesión de noche, prevista para las 21h, me da tiempo de pasarme por Strand, la librería que hace esquina entre Broadway y la calle 14.
En la era de las tabletas, smartphones y demás lectores, Strand sigue resistiéndose enérgicamente a la desmaterialización del libro. Es una caverna de Ali Baba en la que se encuentra de todo en sus cuatro plantas. Novedades, reediciones pero también curiosidades de segunda mano. Salgo de la tienda llevándome unos relatos de Stephen Crane, un compendio de poesía de Wyn Cooper (brillante escritor) y una obra, imposible de encontrar, de un crítico de arte, Bernard Berenson : Seeing and knowing.
Berenson no ha sido traducido al francés por muy capitales que sean sus escritos para entender la evolución de la historia del arte. Como coleccionista, aficionado de arte y especialista de la pintura florentina su obra ha influenciado a Federico Zeri y a Ernst Gombrich. Y aun así, sigue relativamente olvidado, con gran pesar de su sobrina nieta que todos los amantes de Kubrick conocen sin duda: Marisa.
Antes de volver al Lincoln Film Centre, me aseguro de la presencia de dos amigos en la proyección: uno de ellos es arquitecto, Guelfo Carpegna (que me mostró la magnífica escultura de Henry Moore en Colombus Circle), la otra, una actriz, Archie Panjabi. Hacía de Anna en Espion(s) y desde entonces seguimos en contacto. Ahora vive en Nueva York donde ya está rodando la cuarta temporada de la serie The Good Wife para NBC. Su gran popularidad no se le ha subido aun a la cabeza, ni siquiera con el premio Emy que recibió en 2010 por su actuación en la serie. Archie se ocupa activamente de una gran campaña contra la poliomielitis, acompañando, entre otras cosas, a las misiones de vacunación por regiones alejadas de la India, su país natal. Hablamos abundantemente de cine, de la vida y también de mi próxima película que transcurre en Mumbai.
Hoy se presenta junto con otros tres cortos firmados por Michael Almereyda y Damien Chazelle.
Para comenzar, el festival organiza un encuentro entre todos los directores que han venido a presentar sus cortos. Me extraño al ver que soy el único francés de toda una impresionante delegación en que se entremezclan cineastas de Brasil, Israel, México y Argentina. Uno se siente un tanto novato frente a todos esos talentos, sentimiento que comparten divertidos tanto Michael Almereyda, director de los increíbles Hamlet (con Ethan Hawke) como Nadj.
21h, Shorts program#3 :
Los filmes de Jonathan Romney (flemático y brillante crítico inglés), Damien Chazelle (un superdotado del que oiremos hablar muy pronto) y Michael Almereyda destacan por su humor desenfadado y su fuerza narrativa: un ensayo de orquesta que degenera en tortura mental (Whiplash, Chazelle), adaptación en blanco y negro de Calvino, rodada en el East Village, con una voz off (The Man Who Only Came Out At Night, Almereyda) y la pesadilla, despierto, de un cinéfilo secuestrado por un filme italiano de los « sixties » (L’assenza-Romney) . El programa de los cuatro filmes podría pasar por un compendio de relatos negros y doy las gracias a Gavin Smith y Kent Jones por haber programado mi filme “ Aujourd’hui” en tan buena compañía.
En la fiesta que tiene lugar a continuación en el Paramount Hotel de Broadway, tuve ocasión de conocer a Richard Linklater, que se encontraba celebrando los veinte años de Dazed y Confused y cuyo magnífico Before Midnight todavía podemos admirar.
________________________________________
Vendredi 11 octobre
Cuando una estancia además de breve, es densa, uno pierde un poco las coordenadas : no sabe ni cuando llegó ni cuando se va. El cansancio unido al desfase horario no tienen ni tiempo de infiltrarse en un espacio-tiempo tan reducido. Uno intenta disfrutar de la ciudad al máximo. Nueva York ha cambiado tanto estos últimos veinte años : Downtown Broadway es ahora un barrio de boutiques y de grandes marcas. De nada sirve hacer de parisino en busca del Nueva York auténtico. Pero cuando me doy cuenta de que probablemente tendré que volver al MOMA el domingo por motivo de la interminable cola, decido dirigir mis pasos hacia el World Trade Centre Memorial, por debajo de la línea express que lleva al embarcadero del Ferry Staten Island.
Pese a la agitación, la circulación, las idas y venidas de los turistas pertrechados de cámaras y móviles, doce años después de los sucesos, persiste aún allí un sentimiento extraño, por no decir funesto. Los obreros se afanan terminando las torres que sustituirán a las Gemelas derruidas.
Unos vendedores ambulantes pretenden endilgarnos unos siniestros catálogos de fotos. Vigilados por unos guardias de tráfico, nos adentramos por un « Memory path » que bordea el solar de obra. Uno mira a su derredor y se estremece al pensar que esas callejuelas, esas plazas, ese jardincito quedaron un buen día recubiertos de polvillo de cemento, cenizas y residuos de plástico suspendidos en el aire…
Qué extraño : hay dos movimientos parecidos a los que describe E.B White. El de la ciudad que trabaja y el de los visitantes que acuden a un lugar desaparecido, huella de la historia. Se pone a llover. El cielo está gris y bajo.
Felizmente, la visita al estudio de Jerry Schatzberg, aleja de nosotros la melancolía. El cineasta prepara una exposición que abrirá sus puertas en París a partir del 6 de noviembre: los que no conocen bien su obra conocen al menos una de sus fotografías: el retrato de Bob Dylan de la carátula de Blonde on Blonde. La exposición de fotografías de Schatzberg será sin duda uno de los acontecimientos señalados del otoño, junto con la reposición de una de sus películas más bellas, L’ami retrouvé, crónica entrañable de una mistad cercenada por la marcha de la historia.
Por la noche, nos reunimos con la delegación francesa en un restaurante indio de Colombus Circle : excelente ocasión de dar efusivamente las gracias a Adeline Monzier de UniFrance films, y a todo el equipo.
Durante una conversación con Jonathan Sehring de IFC, afortunado distribuidor americano de La vie d’Adèle, tomo conciencia de la dificultad creciente que experimenta en Estados Unidos el mercado de cine independiente y extranjero: lo que más preocupa actualmente es la falta de atención de los espectadores, distraidos, incluso durante las proyecciones, por smartphones y sms. ¿Cómo recuperar a un público cada vez más distraído que en realidad prefiere ver una serie cómodamente en su casa a meterse en un cine? Más aun cuando la película sin siquiera es lo tradicional que esperaban.
Yo me limito a comentarle que es un problema que no se limita para nada al público americano…
________________________________________
Samedi 12 octobre
Almuerzo con una de las redactoras de reportajes para Paris Match, Caroline Mangez. En la prensa como en todo, se padecen estrecheces presupuestarias que dificultan el trabajo de peridistas y fotógrafos de prensa. Al igual que otros títulos de prensa « news », Match es itambién víctima de la hostilidad ambiente contra la prensa en papel. Este año, Newsweek ha publicado su último número en papel y quién sabe si otros prestigiosos títulos como "New Yorker" o "Time" resistirán mucho más.
Esa misma tarde, iremos a ver la nueva película de Paul Greengrass, Captain Philips, que se estrena en las salas de Nueva- York, tras su presentación en el Festival de Cine de Nueva York. Relata, con todo lujo de detalles, el secuestro del Capitán Philips y sus hombres en un buque mercante durante un ataque perpetrado por piratas somalíes. Si bien la película está conseguida, uno tiende a preferir a esta otra más intimista, Hijacking, que se estrenó en Francia en agosto pasado.
A la noche, volvemos al Festival de Nueva-York, para asistir a una inolvidable recepción, en el último piso del hotel Standard desde dominando toda la bahía de Hudson, en homenaje a la nueva cinta de Spike Jonze. Enganchado a su móvil, el actor Philip Seymour Hoffmann pasa olímpicamente. Kent Jones observa la situación con el sentido del humor y la distanciación que le caracterizan. Se siente feliz. Su excelente trabajo de co-guionista del Jimmy P. de Desplechin abren nuevas perspectivas de carrera al que desde hace tanto tiempo fuera uno de los colaboradores más cercanos de Martin Scorsese.
________________________________________
Dimanche 13 octobre
El MOMA alberga en este momento dos grandes exposiciones. La primera dedicada a Magritte, con colas de varias horas casi permanentemente. La segunda, sobre la pintura americana de O’Keefe a Hopper, menos concurrida.
Los lienzos de Magritte tienen en común el asumir la dimensión fantástica como herencia del surrealismo, combinada con una morbosa fascinación por los cuerpos irreales, los rostros desdibujados y las siluetas inverosímiles.
El público queda obnubilado. Y sin embargo, la otra exposición es la que más bellas sorpresas encierra, empezando por las acuarelas de Hopper que no se mostraron en la gran exposición del Grand Palais del año pasado.
Ahora ya nos toca acelerar: ir corriendo al aeropuerto y esperar tranquilamente que nos entre el sueño en el avión que nos devuelve a París. Yo no había vuelto a Estados Unidos a defender una de mis obras desde finales de 2009, en que el divino Festival de Chicago seleccionó Espion(s). Esa vez volví a ver a Patrice Chéreau, gracias a Richard Peduzzi, gran amigo y colaborador de toda la vida del director. Había venido a presentar Persécution, sin pensar por un momento que sería su última obra.
El 14 de octubre, el avión aterriza en París. El 16 tiene lugar el entierro de Patrice Chéreau, después de la conmovedora ceremonia de Saint- Sulpice. Los recuerdos del viaje a Nueva York quedan envueltos en un fuerte sentimiento de tristeza. Es tanto lo que le debe cine francés: sin Hôtel de France, La Reine Margot o Intimité, no habríamos podido ver ni nuevos rostros ni nuevas maneras de « actuar » ante una cámara.
NS
Agradecimientos : a Irving, Sarah y Alessandra Petlin por su recibimiento; a Archie Panjabi ; Guelfo Carpegna ; y a todo el equipo del NYFF y de UniFrance films.