Entre el 7 y el 15 de diciembre, tuvo lugar un evento cada vez más apreciado que mostró en Novossib y Moscú una decena de películas francesas.
El Festival "El Cine Francés Actual " de Rusia tuvo lugar en su 14 edición a finales del año pasado, del 7 al 12 de diciembre, en Novossibirsk (en el cine Pobeda) y del 12 al 15 en Moscú (en el cine 35mm). Actuó de madrina de esta edición la actriz Anne Parillaud, a quien se dedicó una velada en Novossibirsk en la que pudo presentar sus dos últimos cortometrajes como actriz (Délicate Gravité y Désolée pour hier soir) y contestar al final de la proyección a las preguntas que una sala rebosante de espectadores tuvo a bien hacerle tanto sobre su carrera como sobre el oficio de actor.
La oferta (7 largometrajes) consistió en su mayoría en pre-estrenos de cintas ya adquiridas por alguna distribuidora rusa y no aún comercializadas (Les Garçons et Guillaume, à table ! de Guillaume Gallienne, Un château en Italie de Valeria Bruni-Tedeschi, Le Pouvoir de Patrick Rotman, 9 mois ferme de Albert Dupontel, Le Passé de Asghar Farhadi – además de dos cintas no vendidas aún: Cadences obstinées de Fanny Ardant y Je m'appelle Hmmm... de Agnès Troublé, alias Agnès b.) a lo que, como de costumbre, se agregó una « Noche del cortometraje » en ambas ciudades. La delegación, acompañada por Isabelle Giordano, estuvo formada por Guillaume Gallienne, Agnès b., Pierre Favier (coautor de la cinta Le Pouvoir), Cyril Colbeau-Justin (productor de la cinta de Guillaume Gallienne) y Sophie Grassin, periodista del "Nouvel Observateur".
El público sigue apreciando igual o más estos pre-estrenos, la salas se llenaron para todas las proyecciones. Los debates políticos con Pierre Favier, las animadas entrevistas a Guillaume Gallienne, las conversaciones tan productivas con Agnès Troublé así como las Jornadas profesionales animaron una semana de cine francés muy exitosa que augura suerte a las películas que se estrenen en los próximos días.
Si bien es cierto que 2013 no ha sido tan brillante como 2012 en cuanto a número de espectadores, la afición de los rusos por nuestra cinematografía hace que la media docena de distribuidoras que compran cine francés puedan mostrar gran diversidad de nuestra producción. De hecho, Rusia es hoy en día un país capital para los productores y vendedores de cine francés tanto en cuanto al número de espectadores como en cuanto a la recaudación.