Es difícil obtener datos fiables sobre la piratería, hay grandes diferencias entre Francia y Alemania, con respecto a la magnitud de esta lacra así como a los medios usados para contenerla y a los efectos que tienen estos marcos preventivos o represivos.
Durante la 13ª edición de los encuentros de cine francoalemán (Rendez-vous franco-allemands du cinéma), en 2015, Sunna Altnöder, actual Consejera Diplomática en el Gabinete de la Ministra de Cultura y Comunicación de Francia, había presentado las características específicas alemanas sobre la lucha contra la piratería. Con la contribución de Fabien Arséguel, gerente de la empresa de distribución alemana Alamode Film Distribution OHG, el marco comparado actual permite destacar el interés del tema y lo que Francia puede aprender de ello.
La persecución de los infractores es más agresiva en Alemania
En Francia existe un organismo pionero en la lucha contra las infracciones relativas a las obras audiovisuales y cinematográficas protegidas por el derecho de autor: la Asociación de lucha contra la piratería audiovisual (ALPA). Creada en 1985 y financiada al 50% por el CNC, su objetivo es combatir la contravención de los derechos, originalmente se ocupaba de los soportes denominados físicos y hoy su objetivo es Internet.
Una autoridad administrativa encargada de la difusión de las obras y la protección de los derechos en Internet (Hadopi) se ocupa además de la problemática de la difusión de las obras y de su protección en línea. Esta institución independiente fue creada luego de la promulgación de dos leyes de 2009, una que favorecía la difusión y la protección de la creación en Internet y la otra relativa a la protección penal de la propiedad literaria y artística en Internet.
El auténtico "gendarme de las descargas ilegales" en Alemania, es la GVU (Gesellschaft zur Verfolgung von Urheberrechtsverletzungen, es decir la "sociedad para combatir la contravención"). Fundada en 1984 y financiada por la FFA Filmförderungsanstalt (que podríamos considerar el equivalente alemán del CNC), lleva a cabo campañas contra la piratería destinadas al público en general, de gran visibilidad y especialmente agresivas, como la de 2003 sobre el tema "¡Los piratas son delincuentes!". Más tarde se consideró excesivo el uso de este tipo de lemas y se los abandonó. Las investigaciones de la GVU las realizan exfuncionarios policiales, comisarios y juristas. Puede interponer una acción ante la fiscalía y suele presentarse como testigo en caso de inicio de una causa penal.
En Alemania no existe una autoridad administrativa pero los despachos o estudios jurídicos especializados se encargan investigar los datos compartidos y actúan en nombre de los derechohabientes. Esta delegación al sector privado llevó a que se liberalizase el sistema de protección del derecho de autor. El procedimiento de sanción se volvió así más rápido y eficaz: la agresividad de los estudios jurídicos es bien conocida y temida por el público alemán. Este dispositivo que conduce a la aplicación de multas representa sin embargo un comercio muy lucrativo en provecho de los abogados, de forma tal que comienzan a producirse prácticas deshonestas y, en particular, a surgir falsos estudios jurídicos.
Un procedimiento de sanciones más rápido en Alemania
En Francia la Comisión de protección de derechos de la HADOPI interviene cuando así lo solicitan los derechohabientes y pide a los proveedores de servicios de Internet (ISP) que identifiquen a los titulares de las cuentas utilizadas. Pone en marcha un procedimiento de respuesta gradual, un mecanismo pedagógico en tres etapas:
- Envía un correo electrónico de advertencia al internauta en los dos meses siguientes a los hechos. Al 30 de septiembre de 2016, habían sido enviadas las 7 477 916 primeras notificaciones por parte de la HADOPI.
- Si se pide nuevamente la intervención de la Comisión en un plazo de seis meses después de ese primer correo electrónico, esta puede enviar una segunda notificación, por correo electrónico o por carta certificada.
- Si se recurre a la Comisión nuevamente dentro de un plazo de doce meses después de dicha carta, este puede trasmitir la causa a la justicia, previa información al abonado de que puede ser objeto de una causa penal.
Al 30 de septiembre de 2016, 1 209 expedientes habían sido transmitidos a la autoridad judicial, con miras a un proceso penal, como consecuencia de dicho procedimiento. Se tiene conocimiento de que 183 dieron lugar a un proceso, de las cuales 68 con condenas y 78 con medidas alternativas.
En Alemania los estudios jurídicos exigen de los proveedores de servicios de Internet los datos de los titulares de las cuentas utilizadas. El internauta recibe entonces directamente, sin recurrir a la ley, normalmente dentro de las dos semanas posteriores a la descarga ilegal, una intimación de un estudio jurídico que le obliga a pagar una cierta suma. Los derechohabientes tienen así dos posibilidades o dos "niveles" de acción :
- La advertencia formal: obligación de pago de una multa con acción de cesación e indemnización por los derechos no adquiridos.
- La toma de iniciativa: redacción de un protocolo de infracción, transmisión al "web host" o a los organismos de aplicación de la ley como la GVU.
A pena equivalente, un procedimiento alemán suele ser más costoso para el pirata
En Francia el abonado que no ha impedido el uso de su conexión para fines infractores, recibe una multa denominada "de impruencia grave". Se expone así a una multa máxima de 1 500 € (7 500 € si se trata de una persona jurídica). La escala de las penas con multa dictadas contra un particular se sitúa en realidad entre 50 y 1 000 €, acompañada o no de suspensión. El delito, por su parte, se castiga con 3 años de cárcel y 300 000 € de multa.
En Alemania las multas están alrededor de 1 000 € como media en los casos simples. En la realidad, muchas multas no se cobran porque los internautas contraatacan aduciendo un procedimiento abusivo - sobre todo por cesión de los datos personales por parte de los proveedores de servicios de Internet. Pero, al final de cuentas, lo que los internautas no pagan por concepto de multas, suele gastarse en honorarios de los abogados, que pueden ser muy importantes.
Algunos grandes procesos de lucha contra la piratería
En Francia:
2015: después de una encuesta de la ALPA, juicio contra el creador del sitio Wawa-Mania, utilizado para indexar los enlaces de descargas ilegales. Fue condenado, entre otras cosas, a pagar 15,6 millones de euros de daños y perjuicios.
2016: acusación del administrador del sitio de "streaming" ilegal FullStream, después de una operación de la gendarmería, con la asistencia de la ALPA (que presentó una querella) y de la SACEM. En el sitio web se encontraron 2 400 series de televisión y 10 100 películas. Según Médiamétrie, el sitio recibía un millón de visitantes por mes.
En Alemania:
2009: juicio contra YouTube, por iniciativa de la GEMA, el equivalente de la SACEM en Francia. Los contenidos musicales del sitio están ahora en parte bloqueados.
2011 y 2014: por iniciativa de la GVU, proceso contra kino.to y su sucesor kinox.to, sitios de indexación de enlaces de descarga ilegales. Condena al fundador a cuatro años y medio de prisión.
2014: por iniciativa de la GVU, proceso contra el foro ilegal boerse.bz, que dio lugar a 120 registros de los domicilios de los infractores. Cierre del sitio.
2015: intimaciones masivas contra los usuarios de la red "torrent" Popcorn Time.
¿Qué podemos aprender con el ejemplo alemán?
La lucha contra la piratería es más represiva, de hecho, en la otra margen del Rhin. Gracias a un sistema muy moderno de protección del derecho de autor, las intimaciones a los infractores son inmediatas. Aun cuando muchos de ellos consiguen no pagar la multa, suele ser más elevada.
Pero lo que se pone sobre todo de manifiesto es la intransigencia del sistema que parece incluso frenar los actos de piratería: la sanción es concreta a los ojos del público alemán quien la integra por experiencia propia o a través de las campañas de comunicación antipiratería. En Francia, en cambio, en 2014 la ALPA calculaba el número de internautas franceses en 46,9 millones y 13,5 millones de consultas de sitios asociados a la piratería audiovisual (descargas peer-to-peer, streaming), o sea, un aumento anunciado del 18,4 % en 5 años.
Por otra parte, la lucha contra la piratería en Alemania puede explicar, quizás en parte, la buena salud de su mercado de DVD/Blue-Ray. De este modo, aunque la descarga desempeña también, por supuesto, un papel importante en las costumbres de consumo, cabe observar no obstante que el volumen de negocios de las ventas de DVD/Blue-Ray sigue siendo muy importante en ese país. Mientras que en Francia se produjo una merma drástica del 47 % en 7 años (798 millones de euros en 2014 comparados con 1 494 millones en 2007), en Alemania solo se redujo en el 7 % (1 492 millones de euros en 2014 comparados con 1 603 millones en 2007).
Las diferencias en la política de precios entre los dos países también deben tenerse en cuenta. El precio medio de venta de las novedades de DVD era de 15,54 € en 2014 en Francia y de 13,9 € en Alemania, resultando así el precio alemán más asequible; asimismo, baja más rápido durante la "vida" de la película. A los alemanes también les preocupa mucho la protección de sus datos personales en Internet y, probablemente, también aprecian más los objetos del pasado, es decir, los soportes físicos. Tampoco hay que olvidar que la infraestructura de alta velocidad (entorno técnico necesario para que funcione la piratería) no está tan desarrollada en Alemania como en Francia.
Actualmente, en ambas márgenes del Rhin, es más difícil contener el desarrollo de la práctica de streaming ilegal (lectura "en directo" de contenidos, sin conservar los datos en el ordenador). Los derechohabientes gastan dinero para que las empresas especializadas consigan destruir los enlaces que conducen a las obras pero el streaming reemplaza al sistema peer-to-peer y se propaga como un reguero de pólvora, sobre todo porque no está prohibido por la ley. En efecto, de conformidad con las leyes francesa y alemana relativas a la propiedad intelectual, el internauta no puede ser considerado culpable de la contravención puesto que el streaming no es más que una reproducción provisoria de la obra. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea también dictó sentencia en este sentido en un dictamen del 5 de junio de 2014, "Public Relations Consultants Association Ltd contra Newspaper Licensing Agency Ltd.".
En Alemania, para combatir el streaming, los derechohabientes suelen recurrir a empresas especializadas en la destrucción de los enlaces que conducen a las obras pero es una medida costosa que aumenta aún más los gastos de explotación de una película para su distribuidor. Los derechohabientes, por medio de estas empresas especializadas, no puede atacar directamente tampoco a los editores de contenidos o a los web host de los sitios que infringen directamente el derecho de autor.
Se trata pues de una nueva lucha para los derechohabientes alemanes que lamentan asimismo una menor movilización política en la actualidad y que envidian los progresos franceses como puede ser la firma de un código "de buenas prácticas en la publicidad en favor del respeto del derecho de autor" por parte de los anunciantes.
Eléonore Magnin y Yoann Ubermulhin
Fuentes: CNC, GfK, www.alpa.paris.com, www.hadopi.fr