Los hijos del Dáesh, recién nominado a los Premios Internacionales Emmy, trata sobre el destino de los niños cuyos padres han luchado en nombre del Dáesh y hoy en día viven excluidos de la sociedad en Irak y abandonados a su suerte. A través de la mirada de diversos testimonios, este documental invita a preguntarse a cerca de la reconstrucción de un país, después de un conflicto de tal naturaleza. Gorka Gallier, distribuidor internacional del documental para Cinétévé Sales, y Anne Poiret, la directora, nos explican lo que ha supuesto para ellos este documental, y el éxito a nivel internacional.
Unifrance: ¿Puede hablarnos de la génesis del proyecto? ¿Cómo determinaron el punto de vista para tratar sobre esta generación, abandonada al finalizar la guerra en Irak?
Gorka Gallier: Este proyecto forma parte de la línea editorial que defendemos en Cinétévé, en donde tratamos temas de actualidad, sensibles y comprometidos. Llevamos varios años realizando documentales sobre la radicalización islámica y los medios para contenerla, gracias al repetido apoyo de France Télévisions. En el 2016, en ‘Revenantes’, la directora Marion Stalens se interesó en las mujeres francesas que, tras volver del Djihad, podían explicar cómo habían sido endoctrinadas. En el 2020, en ‘Daech, les enfants du soupçon ‘, Sophie Parmentier y Hélène Lam Trong cuestionaban el futuro de los niños cuyos padres franceses se habían radicalizado y volvían a Francia.
GG: Durante el rodaje en Irak, nos llamó la atención el destino de estos veinte mil «niños del Dáesh», abandonados y muy a menudo dejados a su suerte. Nos pareció importante ampliar el punto de mira y poder incluir esta vez a los niños de Irak, que solo han conocido la guerra y que han sido víctimas y han estado instrumentalizados por una crisis confesional y geopolítica que les supera. A continuación, encontramos financiación para llevar a cabo una investigación y nos pusimos en contacto con Anne Poiret, que ya conocíamos por sus películas, premiadas a menudo en los festivales. Anne acababa de terminar un documental para la cadena Arte, titulado ‘Mossoul, après la guerre’, en el que trataba sobre la reconstrucción de la ciudad y cómo los habitantes buscaban una nueva forma de convivencia, rodeados de escombros. Durante el rodaje, Anne fue testigo del destino dramático reservado a los niños de las familias del Dáesh, que viven al margen de la sociedad. Anne aceptó con entusiasmo nuestras primeras propuestas para la escritura de Los hijos del Dáesh.
¿Qué aporta este documental sobre la situación en Irak? ¿Pudieron entrar en contacto con gente del país?
GG: Este documental desvela el destino reservado a los hijos de los combatientes del Dáesh, fallecidos, desaparecidos, en fuga o enterrados en las cárceles de Irak. Toda una generación excluida del proceso de reconciliación, a la que se les niega los documentos de identidad, la escolaridad, los cuidados médicos… Los niños acaban pagando las decisiones de los adultos, y acaban escondiéndose, como malévolos fantasmas. Entre estas víctimas, algunas son antiguos soldados, endoctrinados y abandonados a su suerte, sin ningún acompañamiento, y, sin ninguna integración en la sociedad irakí, constituyen una amenaza en potencia para la comunidad internacional. Con una profunda estigmatización, a menudo traumatizados por los combates o por su pasado como niños soldados, crecen con una ignorancia preocupante. Y sin embargo, estos niños forman parte del futuro de este país desgarrado. ¿Quién se ocupará de ellos? ¿Qué otra cosa podrán ser, si no víctimas del próximo grupo radicalizado?
Anne Poiret: Llevo 15 años interesándome en la cuestión del post-conflicto y he aprendido una cosa: los conflictos mal resueltos y sin tratar dan lugar a nuevos conflictos. Hoy en día, el conflicto de Irak no cuenta con el frenesí mediático de antes, ha sido remplazado por la actualidad internacional. Políticamente, tampoco representa ningún interés ya que la guerra ha terminado y la opinión internacional se ha alejado de los niños de Irak. Y sin embargo, todo se va a jugar en este punto muerto: sin atención, dejamos a toda una generación de niños abandonados al odio y al fanatismo. Irak es un país de resiliencia, la infancia es la resiliencia. Pero, ¿hasta cuándo?
¿Qué otras empresas han participado en el proyecto y cómo lograron incluirlas?
GG: Este proyecto cuenta con numerosos participantes. Además de France Télévisions, que nos apoyó en gran medida desde el principio, varias cadenas internacionales confirmaron su participación desde la fase de producción. La campaña de correos selectivos, la creación de un márketing especial sobre el proyecto, nuestra presencia en numerosos mercados de venta y de pitchs han sido herramientas fundamentales para la promoción y circulación del proyecto. Más concretamente, cuando fuimos seleccionados en los pitchs del EBU (European Broadcasting Union), durante el cual pudimos presentar y vender el programa a una serie de cadenas públicas internacionales, fue una verdadera incubadora. Ya que esta presentación nos permitió no solo conseguir un número importante de precompras a nivel europeo, sino también convencer a otras cadenas fuera de Europa para apoyar nuestro proyecto.
Se trata de un documental altamente comprometido. ¿Cómo se plantean su emisión?
Es un documental fuerte, que desvela una realidad a menudo oculta y sin embargo, esencial para comprender el conflicto y la reconstrucción de un país destruido por la guerra. Hemos pensado que la principal emisión va a ser de tipo clásica, a través de las cadenas que se han asociado al proyecto. Pero también, hemos pensado que es importante añadir la circulación por festivales y circuitos institucionales. Ya que estas proyecciones aportan un efecto de relevo al mensaje de urgencia que el documental proyecta, permitiendo así abrir el debate y prolongarlo más allá de la emisión televisiva.
A día de hoy, el documental ha sido seleccionado por más de quince festivales internacionales, logrando 9 premios. De hecho, hemos tenido el honor y el privilegio de poder presentarlo en la sede de la ONU en Nueva York, gracias una invitación de la Oficina del Representante Especial del Secretario General para la Infancia y los Conflictos Armados. Ello demuestra claramente la existencia de una fuerte demanda por parte de estos canales llamados no comerciales, para alertar y llamar la atención del mayor número posible de personas sobre la situación crítica que viven decenas de miles de niños en Irak, víctimas colaterales de la guerra.
‘Los hijos del Dáesh’ se ha exportado con creces en el extranjero, ¿puede darnos más detalles al respecto? ¿Cuáles han sido las primeras reacciones?
GG: Casi 20 cadenas de países y territorios diferentes (Europa, América del Norte, Asia, Oceanía, Medio Oriente) han confirmado preventas, es decir, confirmado su emisión tras haberlo visto después del primer montaje. Estas emisiones, nacionales o entre varias regiones, nos permiten afirmar que el documental cuenta con una exposición a escala mundial, lo que supone un verdadero éxito. Las reacciones de nuestros socios, depués de la emisión, han sido, en gran parte, muy positivas. De hecho, ya hemos pasado a renovar los derechos con una serie de emisoras, tras el éxito de audiencia en sus respectivos canales. Así que, la carrera a nivel internacional del documental está lejos de terminar, sobre todo porque varias cadenas siguen contemplando una posible adquisición. Por lo tanto, el objetivo de distribuir y seguir mostrando el documental lo más posible se ha cumplido en gran medida.
El documental está nominado a los Premios Emmy Internacionales. ¿Creen que esta selección va a contribuir a que sea emitido en más territorios? ¿Qué reprensenta esta nominación para ustedes?
Esto supone una excelente noticia para el documental, ya que esta nominación le va a aportar sin duda alguna mayor visibilidad, además de confirmar su estatura internacional y prestigiosa, formando parte de los documentales más importantes e imprescindibles del año 2021. También esperamos que esta nominación nos permita penetrar mercados y territorios a los que aún no hemos accedido, como los Estados Unidos. De hecho, estamos negociando con varias cadenas de este territorio.
Esta nominación no solo es un verdadero reconocimiento del formidable trabajo de la directora, Anne Poiret, y del equipo de Cinétévé, sino también de la calidad de trabajo de la producción francesa. Con ocho programas franceses nominados este año, nos sentimos muy orgullosos de poder presentar al mundo entero la ambición y la capacidad francesas en cuanto a creación y producción de documentales. Un territorio con vocación internacional gracias, por un lado, al hervidero de talentos, y por otro a la pasión que mueve a todas las personas implicadas en el sector audiovisual y cinematográfico: los autores, directores, productores, cadenas, instituciones públicas, y también los distribuidores, que son enlaces y relevos esenciales en la vida de una película.