Esta miniserie de espionaje, con una multitud de personajes y destinos mezclados, penetra en el universo oscuro de la lucha antiterrorista imaginado por DOA, y da a conocer un París romántico, inventado por Laetitia Masson, a través de su adaptación y dirección. Florence Dormoy, la productora para Scarlett Production, y Randall Broman, director de ventas internacionales de ficción para Mediawan Rights, nos explican la singularidad de esta serie, que cuenta con un prestigioso reparto y con unos ambiciosos planes para el extranjero.
Unifrance: ¿Cómo nació el proyecto?
Florence Dormoy: Laetitia Masson me propuso este proyecto de miniserie, en forma de prebiblia adaptada del libro de DOA, que lleva el mismo nombre.
Enseguida me atrajeron la original y prometedora unión entre el universo cinematográfico de Laetitia, romántico, femenino y sensible, con el mundo violento, excesivamente realista y oscuro del espionaje que describe DOA.
¿Puede describir el pitch en algunas frases?
FD: Poco después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, París se encuentra bajo una grave amenaza terrorista. Esta información circula entre los círculos de poder más secretos: unos barriles que contienen VX, un producto altamente tóxico, están siendo conducidos por unos islamistas desde Irak hacia Francia. Este gas mortal fue vendido años atrás por Francia a Irak. En pocos meses, habrá elecciones presidenciales en Francia.
Los diferentes servicios secretos empiezan a movilizarse, sin consultarse entre sí, para desmantelar las células terroristas, interceptar los barriles y salvar no solo las vidas, sino el honor de Francia. Al mismo tiempo, el entorno islamista de un barrio de París, en el que Karim es un agente infiltrado, es diezmado, hombre tras hombre, por un misterioso lince. Las autoridades no parecen dejarse engañar por estas muertes, en principio, meras coincidencias. Después, la prensa se entromete. Amel, una joven periodista, ha convencido a Rougeard para que la coja bajo su tutela y le permita investigar en este entorno islámico.
¿Cuál es la singularidad de esta serie? ¿Cuáles son sus bazas para el público a nivel internacional?
FD: Esta serie propone una estética fuerte, con unos decorados sorprendentes, impresionantes y, para algunas personas, emblemáticos de París, conseguidos también gracias a un trabajo con la luz, basado en una colometría intensa y saturada.
La singularidad de esta serie se basa también en la voluntad de Laetitia Masson de desviar los códigos clásicos de las series y películas de espionaje. Nos situamos lo más cerca posible de los principales protagonistas que, más allá de sus funciones y de sus misiones, están llenos de contradicciones e íntimos tormentos, que tienen que proteger al Estado y al país por encima de su propia integridad moral.
Y por último, el prestigioso reparto es un añadido al ritmo y a la intensidad dramática de la serie.
Randall Broman: Es una serie única en cuanto a la intensidad narrativa y también en la manera rápida en que nos apegamos a los personajes y a sus destinos. Esto es lo que forma su singularidad de cara al extranjero. Además, se trata de un thriller de espionaje y de amenaza terrorista tras los atentados del 11 de septiembre, estamos pues en un contexto geopolítico fácil de identificar.
¿Cuáles son sus planes para la serie a nivel internacional ?
RB: Tenemos muchos planes, vista la calidad de la serie, con plataformas de streaming en el punto de mira… pero tampoco excluimos ventas lineares que quizás vengan de algunos países.
Han presentado la serie en el Coming Next from France, en el Series Mania Forum. ¿Cuáles han sido las reacciones, después de la presentación? ¿Tienen ya algunos contactos para la venta de la serie?
RB: Estas sesiones juegan un papel fundamental, ya que facilitan la presentación de la serie en el momento en que lanzamos la comunicación y la prospección a nivel internacional. Y, como de costumbre, recibimos respuestas rápidas de algunos clientes que quieren más información y que esperan con impaciencia poder visionar los primeros capítulos.