La serie documental 2080, Our Futures, invita al espectador a enfrentarse a diferentes escenarios para el futuro de la humanidad, a finales del siglo, a través de cuatro episodios independientes que exploran los temas del transporte, la salud, la alimentación y el entretenimiento. Cloë Pinot, Ejecutiva de Ventas para Balanga, nos explica la génesis de esta serie única e híbrida y por qué las primeras televisiones tanto en Francia como en el extranjero, han mostrado su interés desde el principio.
Unifrance: ¿Cómo surgió la idea de esta serie documental futurista, que combina testimonios científicos con la realidad aumentada?
Cloë Pinot: El proyecto nació sobre todo de la unión de distintas competencias. Primero, el proyecto estaba en manos de Mad Films, un productor de Montpellier, con quien ya habíamos trabajado en una de las primeras series producidas por Balanga (Butterfly Effect y después «Déclics», que en inglés se ha llamado 'Innovation Effection’). La baza de Mad Films son sus conocimientos en efectos especiales, esto se nota en nuestra serie 2080. Despué, Alexandre Amiel, el productor de Caméra Subjective, se unió al proyecto. También tuvimos la suerte de trabajar con él y sus equipos en "L’Enquête de ma vie" (título inglés "The Case"), o también en el documental "Chine-US : Une nouvelle Guerre Froide" (título inglés "China-USA: A New Cold War"). La experiencia de Alexandre Miel en la producción de programas premium es innegable y su participación ha sido inestimable en esta aventura. Así fue también como se creó el binomio de codirectores de la serie: Sarah Carpentier y Pierre Lergenmuller.
Ha sido pues la asociación de estos dos productores complementarios, con la intervención de Balanga, lo que ha dado lugar al proyecto 2080. La idea de producir esta serie, un tanto híbrida, ha sido la de basarse sobre todo en las proyecciones de los científicos y de los expertos, ayudando al mismo tiempo al espectador a proyectarse en futuros posibles, que pueden parecer muy alejados, ¡pero que no siempre lo son en realidad!, gracias a la ficción y a la realidad aumentada.
¿Cómo lograron convencer a las televisiones del potencial del proyecto?
Creemos que intervinieron varios factores cuando decidieron acompañarnos en el proyecto. En primer lugar, el aspecto ambicioso y premium del proyecto, que corresponde perfectamente con su ADN. Después, se trata de un formato muy original e innovador, que combina la ficción y el documental, cosa que hasta la fecha, hemos podido ver en contadas ocasiones en televisión. También se trata de un enfoque distinto respecto a otros programas que también han tratado sobre el futuro, ya que insistimos en el aspecto no determinista de éste: tal y como lo mencionamos en los créditos, existe una infinidad de futuros posibles, desde el más feliz hasta el más oscuro; las decisiones del presente son las que determinarán nuestra vida del mañana. Desde este punto de vista, somos dueños de nuestro destino, como individuos, pero también como sociedad: ¿de qué manera queremos utilizar la tecnología que conocemos actualmente, y que va a seguir desarrollándose en un futuro cercano?, ¿cómo compartiremos los recursos naturales?, ¿cómo nos arreglaremos para que los avances científicos sean accesibles a una gran mayoría? Todas estas preguntas cuyas respuestas darán forma a nuestro futuro. Se trata sobre todo de una serie científica, pero también tratamos de manera más amplia otros temas societales que nos afectan a todos en la actualidad.
El hecho de presentar una serie documental científica, pero igualmente con un fuerte componente social, ¿les ha permitido dirigirse a públicos diferentes?
Sí, totalmente. Estamos convencidos de que se trata de un contenido que puede dirigirse a públicos muy distintos, en función de las necesidades de las televisiones. Es obvio que la serie conviene perfectamente a un público científico, pero también es posible dirigirlo a otros públicos. Se trata de un programa que puede ser visto en familia, y por consiguiente, puede ser emitido en horas de máxima audiencia. También puede retransmitirse en franjas horarias centradas en temas sociales. Es verdaderamente un programa único, lo que le permite ir más allá de las franjas tradicionales.
Además, los episodios son totalmente independientes entre ellos, y tratan sobre temas muy distintos, así que pueden ser programados en el orden que se quiera, inlcuso con intervalos más o menos espaciados entre ellos.
¿Cuáles han sido las reacciones después de las emisiones en Canal+ y en MyCanal?
Las reaccciones después de la difusión en Canal+ han sido muy positivas: la serie ha sido clasificada como el contenido documental más visto en la plataforma MyCanal, exceptuando a los true crimes. ¡Estamos muy contentos! Sobre todo, porque el público de Canal es muy exigente. De manera general, el público se muestra muy sensible respecto a la calidad de los efectos especiales, hemos recibido muchos comentarios halagüeños a este respecto, ¡incluso hay quien nos ha comentado que parece más bien una serie americana! Es un gran elogio. Al público también le ha gustado el tema y su tratamiento: algunos aspectos del futuro nos hacen soñar, por ejemplo, el poder curar algunas enfermedades incurables hoy en día; y otros aspectos que son necesarios para tomar conciencia de nuestras responsabilidades presentes, como el peligro de un control autoritario del ocio, por ejemplo.
Las distopías y las imágenes de un futuro pesimista, incluso catastrófico, son muy frecuentes y, de hecho, es uno de los escenarios posibles de la serie. Sin embargo, han querido proponer una alternativa más optimista. ¿Lo han hecho para sembrar una semilla en el imaginario colectivo?
Ese es justamente el concepto narrativo de la serie: proponer en un mismo programa dos relatos con futuros alternativos, uno optimista, incluso idílico, y el otro más sombrío, incluso distópico.
Hablar de estos temas futuros nos parece fundamental. El punto de vista fatalista tiene su lugar en el debate sobre nuestro futuro común, ya que la situación del medio ambiente es urgente y real. Pero por otro lado, también queremos mostrar que si bien tenemos una clara responsabilidad en el cambio climático, también disponemos de los medios para tomar medidas para reducir las nefastas consecuencias. Y esto no incumbe solamente a las cuestiones climáticas, sino también a todas las cuestions societales que nos planteamos en la actualidad. Quizás, si enseñamos estos otros futuros posibles, más optimistas, podremos abarcar otros ámbitos y así suscitar otras tomas de conciencia que transmitirán la esperanza de otros posibles futuros.
¿Por qué han elegido un relato híbrido, que combina testimonios científicos y ficción en realidad aumentada? ¿Qué les ha aportado esta tecnología?
Nos parecía importante poder enseñar cómo puede ser el futuro, y no solo hablar de ello. A menudo, resulta difícil proyectarse en un entorno distinto al que conocemos, en el que ciertos elementos que siempre han existido en nuestra vida diaria, quizás dejen de existir, como por ejemplo, el coche individual. La realidad aumentada nos ha permitido hacer evolucionar a nuestro personaje principal en el paisaje de estos supuestos futuros, lo que facilita en gran medida la proyección del telespectador.
Además, Mad Films, el coproductor de la serie, cuenta con una verdadera experiencia en estas tecnologías. Incluso han construido en un estudio en Montpellier la calle futurista que vemos aparecer en los episodios.
Estas escenas de ficción, con unos decorados muy distintos de un escenario a otro, nos permiten también acentuar el contraste entre estas dos versiones del futuro, que presentamos voluntariamente muy alejadas entre sí. En una versión, idealizamos el futuro, mientras que en la otra, el futuro no tiene nada de envidiable, y ésto, las escenas de ficción lo muestran muy bien.
¿Han recibido ya muestras de interés por la serie en el extranjero?
La serie cuenta con una preventa en Bélgica por dos compradores distintos, la BeTV y la RTBF, y también en Canadá, por de la cadena pública Radio Canadá. En estos momentos, también estamos en trato con otras televisiones de distintos territorios. Existe un verdadero interés por parte del mercado internacional sobre estas cuestiones, y pensamos que esta serie destaca por completo. Se trata de un contenido innovador, que no se limita a enumerar las proyecciones científicas, sino que se sirve de éstas para dibujar nuestra vida cotidiana dentro de 60 años y nos ayuda a pensar de qué manera queremos contruirla. Nos sentimos muy confiados y sobre todo, ¡impacientes de que llegue a las televisiones de todo el mundo!