Es un hecho que si bien cuando se inició la serie de Jornadas de Cine Francés en 1997 el cine francés vivía una situación sumamente difícil en Hungría, ésta ha cambiado mucho desde entonces, tanto que Hungría ha pasado a ser « tierra de especial buena acogida » tanto para las obras como para los artistas llegados a Budapest. El festival anual que uniFrance organizaba en Budapest, seguido por ramificaciones en seis a ocho ciudades del país a cuenta de profesionales locales, consistía en una serie de pre-estrenos organizados durante cuatro días de abril – siendo la selección de películas sacada de la lista de películas ya adquiridas por alguna distribuidora pero no aún estrenadas hasta la fecha del festival y para las que el evento suponía una excelente campaña de promoción. Sin entrar a definir la utilidad que ha tenido el festival hasta ahora, se pensó que convenía replantearse la ayuda que conviene aportar a las distribuidoras en materia de promoción ya que muchas de ellas piden un apoyo regular a lo largo de todo el año y no una única actuación anual.
La crisis económica ha hecho que muchos patrocinadores retiren su apoyo al festival. Además, como la situación de la distribución se ha vuelto cada vez más difícil, en 2010 uniFrance ha decidido organizar sesiones de pre-estreno a lo largo de todo el año, en colaboración con las distribuidoras garantizando la presencia regular de artistas franceses en el país.
El director Jean-Paul Jaud fue quien inició esta nueva modalidad de ayuda al acudir a respaldar el excelente trabajo de promoción de la distribuidora húngara Anjou-Lafayette, que había adquirido los derechos de su cinta con intención de estrenarla el 22 de abril, con motivo del Día Internacional de la Tierra.
Pese a los problemas de tráfico causados por el volcán islandés (que le obligó a anular su viaje para el estreno en Bucarest), Jean -Paul Jaud sí que acudió a su cita con la prensa húngara en Budapest y con los 425 invitados a la sesión de pre-estreno que tuvo lugar en la antiquísima sala de cine Urania (inaugurada en 1899) donde suscitó un amplio debate con un público sumamente interesado. Este pre-estreno  no habría tenido la misma relevancia si uniFrance no hubiera decido participar junto con la distribuidora en su organización, sufragando, además, ciertos costes que normalmente le corresponderían a ésta.

Al dedicarse sobre todo a la promoción y relaciones con la prensa, uniFrance decide dar a cada estreno en Hungría un máximo de visibilidad, gracias, en particular, a la presencia de los equipos artísticos, así como un prestigio que difícilmente puede obtener por sí misma la distribuidora.