2010 fue un año excelente para el cine francés en Japón, el mejor desde 2003, con 3,58M de espectadores, a saber, una cuota de mercado de 2
Océans, película que logra uno de los mejores resultados en el extranjero con más de 2 millones de espectadores y el mejor de todas las cintas francesas después de Le Fabuleux destin d’Amélie Poulain, ha contribuido en gran manera al éxito general. Les Aventures extraordinaires d'Adèle Blanc-Sec, Le Concert y Micmacs à tire-larigot también han calcanzado altas cifras.
2010 ha sido un buen año para el cine en general en Japón con un aumento del 7% de recaudación con respecto a 2009 (+3% de espectadores), gracias, en gran parte, al encarecimiento de las localidades de las películas en 3D. Se observa, por otra parte, cierto retroceso relativo de la supremacía de la cinematografía nacional que asciende a 53,6%. 2010 confirma además la pérdida de auge de los multicines y la honda crisis que aqueja al sector de la exhibición independiente como lo demuestran varios cierres de salas de cine en pleno centro de Tokio.
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