Apasionado por el cine, Joseph Morder realiza su primer diario filmado con la ayuda de una pequeña cámara Super 8 que su madre le ha regalado por su cumpleaños. Joseph filma alegremente su casa, a su amiga, a la gente cercana a él, su barrio de Belleville, a la gente que se encuentra por la calle, la calle donde pasó la adolescencia, el barrio del Marais, algunos sucesos parisinos, como la manifestación sindicaliste del 1 de mayo. Joseph rueda todo lo que le rodea y no deja tregua a ninguno de los temas que filma.