Un espectador, marioneta con hilos, aplaude los trucos de magia de la Mujer Mariposa, marioneta como él, a la que ama. A fuerza de aplaudir se le sueltan los hilos que le sujetaban a su asiento de espectador. Al verse libre, acude veloz hacia la Mujer Mariposa con la esperanza de conquistarla librándola a ella también de su destino.