Vinca y Jérémy, de cinco y seis años respectivamente, están pasando juntos las vacaciones, con sus padres. Vinca y Jérémy se quieren y Vinca sabe por qué: por que el Dios Bigorne cuida este amor. Ahí está, en sus oraciones, el hombre con cabeza de ciervo, escondido en el bosque cercano. Para probar su fe, Jérémy se va a aventurar en el bosque.