Está decidido: aunque no se conocen mucho, les apetece hacerlo por primera vez juntos. Mientras tanto, la madre de Inés, que está en el trabajo, la ha llamado para que cuide a Moussa y a Bala, los hijos de la vecina. Inés acepta hacer de canguro pero también invita a Abdel, para poder llevar a cabo el plan del principio. Los amigos de cada uno no paran de interrumpirlos, igual que los dos pequeños, lo que les obliga a postponer el momento tan deseado. Así pues, aprenderán a conocerse de otra manera.