Aprovechando que su dueña se ha ausentado algunos mintuos, Pichu, una cotorra llena de vida, se escapa de la jaula y se dirige en seguida hacia el frasco de granos al que le está prohibido acercarse. Pero Pichu no puede volar. Entonces, se lanza en una búsqueda arriesgada en la que acumula las caídas frente a los obstáculos, hasta por fin llegar a su objetivo. O casi.