Philippe Carcassonne, presidente de la productora Ciné-@,ha venido a Yokohama con la directora francesa Anne Fontaine, y su película Reinventing Marvin, igual que hizo el año pasado con su anterior Las Inocentes. El Sr. Carcassonne conoce bien Japón, y tiene una idea bastante global sobre el mercado, la distribución y el marketing audiovisuales de este país.
UniFrance: Usted conoce bien Japón pues ha venido a menudo con la directora Anne Fontaine, y también con Patrice Leconte. ¿Cómo ve usted el interés de los japoneses por el cine francés? Se suele decir que este es un país muy francófilo y especialista en la cultura y el cine franceses.
Ante todo, estamos hablando de un país muy poblado y de gran tamaño. Entre estos 125 millones de habitantes, pues sí, habrá cinéfilos y amantes del cine y la cultura franceses. Pero es un poco exagerado decir que es un país especializado en el cine francés. Lo que ocurre es que cuando los japoneses se interesan por algo, desarrollan un sentido perfeccionista intenso, realizan un estudio exhaustivo de lo que les interesa y se cultivan profundamente sobre el tema. Todo ello unido a la tecnología moderna. O sea, que cuando se interesan por algo, van a conocer el tema muy en profundidad. O bien, al contrario, ¡no lo conocen en absoluto!
¿Tiene usted un recuerdo particular del estreno de alguna de sus películas? Por ejemplo, con el estreno de Coco: de la rebeldía a la leyenda, que tuvo aquí muchísimo éxito, 629.000 espectadores. ¿Ocurrió algo en particular?
Curiosamente, no vine para la ocasión. Aunque el viaje lo había organizado la Warner, para acompañar a Anne Fontaine y a Audrey Tautou, no vine en aquella ocasión. Pero sí recuerdo sin embargo un momento muy curioso con el estreno de Nathalie dirigida también por Anne Fontaine, con Emmanuelle Béart que estaba por aquel entonces en lo mejor de su carrera. Había por todas partes una agitación extraña, los fotógrafos nos perseguían por los sitios menos pensados. Tenía la impresión de estar junto a Johnny Hallyday o a John Lennon.
Lo que siempre me ha llamado la atención, en los distintos estrenos a los que he asistido, ha sido la calidad de los dossiers de prensa japoneses, que son verdaderas maravillas de lo bien que están ilustrados, maquetados, informados. Son verdaderas obras de arte, y sin embargo, en principio, no hay más periodistas especializados en Japón que en Francia, incluso habría menos aquí para el cine francés. Este trabajo de marketing, tan perfeccionista y detallista de un grupo de unas sesenta personas, siempre me ha impresionado.
¿Cree usted que Reinventing Marvin acabará obteniendo distribuidor en Japón? Es una de las películas presentadas en el festival que no tiene distribuidor.
El día de la proyección, había algunos distribuidores japoneses en la sala y el agente de ventas, TF1 Studio, se muestra más bien positivo . Pero esta película tiene dos puntos de vista, que no tienen nada que ver con Japón, de hecho: el primero es el de aquéllos a quienes el tema tratado, la homosexualidad reprimida, asusta o no interesa en absoluto. Y el segundo es el de aquéllos que piensan que, al contrario, el tema es muy importante pero el cine no puede tratar en una ficción entretenida algo tan serio. Aquí la película ha estado bien recibida, aunque nadie preguntó nada sobre la homosexualidad, el tema central. No sé si ésto es buena o mala señal. De todos modos, yo creo que la película se va a vender. Ya se está vendiendo relativamente bien, poco a poco, aunque en condiciones no tan buenas como las películas anteriores de Anne, que se ha convertido en una campeona en ventas desde que realizó Coco: de la rebeldía a la leyenda, lo que le permitió franquear una etapa y entrar en el radar de muchos distribuidores. Ya sea en Japón o en cualquier otra parte, la distribución es un oficio sin reglas y esta ausencia de pronósticos crea una conducta gregaria. ¡Vamos a donde van los demás! Cuando una directora obtiene uno de los 5 mejores resultados del cine francés en los 20 últimos años, se la va a escudriñar más que a otros. El éxito lo cambia todo, te vigilan a cada nueva película que estrenas. En Japón esto está clarísimo. Anne ha tenido distintos distribuidores en Japón. Este país ha dejado de ser fiel en la distribución, ya que lo fue en el pasado. Pero, en cierto modo, tanto mejor. Si hay un distribuidor fiel a un cineasta contra viento y marea, puede parecernos muy alentador, pero ello supone también una serie de obligaciones morales y tácticas que luego resultan un incordio. Sobre todo cuando te llega una oferta más interesante y no te atreves a romper con tu distribuidor porque lleva 10 años contigo. Si ya no hay fidelidad, a algunos les podrá parecer cruel, pero en el fondo no está tan mal. Cada película tiene que encontrar el distribuidor que le convenga.