Martin Clément, en realidad Marvin Joya, se ha fugado, huyendo de su pueblo natal de los Vosgos, de su familia, de la tiranía de su padre y de la resignación de su madre. Ha huido de la intolerancia y del rechazo, del acoso al que era sometido por ser un niño "distinto". A pesar de todo este hostigamiento, Marvin encuentra aliados. Primero, Madeleine Clément, la directora del instittuto, de quien toma el apellido en reconocimiento de su ayuda. Y después, Abel Pinto, el amigo atento quien le animará a que cuente su historia en el escenario.
Marvin, convertido en Martin, arriesga el todo por el todo montando este espectáculo, que, más allá del éxito, acabará por cambiarlo por completo.