En esta colección de entrevistas titulada «Seguimos en contacto», cineastas, actrices y actores franceses, todos confinados estos días, han charlado con una serie de periodistas de cine extranjeros, para quienes el cine francés sigue siendo una mirada y una forma de expresión que abre horizontes
En esta nueva entrega realizada a distancia, UniFrance ha querido poner en contacto a la productora Rosalie Varda con la periodista italiana Aline Arlettaz, que escribe para Vanity Fair.
Aline Arlettaz: Cuando el gobierno francés decretó el confinamiento, ¿qué proyectos tenía entre manos?
Rosalie Varda: Antes de que empezara el confinamiento, había previsto viajar a España, Israel e Italia, para presentar las películas de Agnès, acompañar el estreno de Varda por Agnès y asistir a la inauguración de la exposición «Las viudas de Noirmoutier», organizada por la Fundación Cartier para el arte contemporáneo, que iba a tener lugar en el Museo de la Triennale de Milán. Me gusta mucho acompañar las películas y presentarlas ante un público a menudo joven y a veces cinéfilo…
¿Cuáles son sus proyectos actualmente?
Como los cines están cerrados, las retrospectivas y presentaciones de las películas previstas se han tenido que anular. Algunos distribuidores han pasado contratos con las plataformas para las películas que se iban a estrenar en los cines, o bien están organizando estrenos adelantados en DVD. ¡Cada productor y/o cada distribuidor se las arregla como puede para encontrar soluciones! Aún estamos bajo el efecto de estos dos meses de confinamiento que acabamos de vivir. Las instituciones y organismos culturales están buscando la manera de reactivar los programas y de poder llevarlos a cabo de manera eficaz. Ya se están oyendo propuestas, pero de momento, todo el sector del cine y de los técnicos siguen afectados en gran medida.
¿Concretamente, cómo ha afectado al cine?
Algunas de las películas que iban a estrenarse en cines han conseguido una derogación del CNC para estrenarse directamente en plataformas. Pero por otro lado, hay otra serie de películas que se va a quedar sin público, no se van a ver ni en las plataformas, ni en los cines, ya que éstos están cerrados. ¿Qué va a pasar con estas películas, películas frágiles, por lo general?
¿Qué piensa del papel que juegan las plataformas?
A mí las plataformas me parecen muy bien. Pero por sí solas no van a arreglar los problemas, y tampoco se las puede comparar con los cines. No se trata de elegir entre unos y otras, ¡los dos están bien! Hoy en día las películas se ven en múltiples «pantallas»… Quizás habrá atascos cuando abran los cines. Pero también creo que a la gente le va a costar volver a los cines, en unas condiciones poco agradables, todo hay que decirlo. Los circuitos de cines están preparándose para abrir con las normas sanitarias. Todo ello indica que los cines van a seguir impactados por la situación por lo menos hasta finales de año.
¿Qué piensa de lo que se ha hecho por el cine durante el confinamiento?
Pues se ha hecho de todo un poco. Creo que es una pena que France Télévisions no haya aprovechado este momento único en el que todo el mundo está en casa, para proponer una programación más interesante sobre el cine. La nueva ventana de las tardes lo habría permitido… ¿O por qué no más cine por las noches? Ya que existen un montón de películas adaptadas a un público familiar. En este caso, creo que las plataformas han sabido reaccionar mucho más rápido y sacarle partido a la situación. Es una lástima que France Télévisions haya esperado a que llegue la desescalada para proponer cine de patrimonio. A cambio, deberían haber puesto la parrilla de programación patas arriba y proponer mucho más cine de autor, y no me refiero a las películas que ya hemos visto cientos de veces en la televisión. El servicio público ha desaprovechado una ocasión única para proponer una oferta que no fuera consensual, sino con un nivel de exigencia elevado, no me importa decirlo, y en la que se reflejara la diversidad del cine. Al final, las plataformas se han hecho las dueñas.
¿A qué se refiere?
Pues que hay quien se las ha arreglado para presentar en quince días plataformas con contenido gratis, como La Cinémathèque Française o MK2 con Trois Couleurs y el programa semanal Curiosity y muchas otras más. También hemos visto cómo han surgido asociaciones de cortometrajes, plataformas dedicadas exclusivamente a documentales, además de las que ya conocemos, que han elaborado muy rápido unos programas formidables: el Forum des images, las filmotecas regionales, el INA con el genial Madelen, LaCinetek, MUBI, Tënk, Universciné, Films & Documentaires.com, sin olvidar a Canal + ARTE y OCS y seguro que me dejo alguna. Se ha creado una oferta formidable, tanto de pago como gratuita, que refleja la diversidad del cine. Admiro todo este trabajo realizado y creo que estos meses han demostrado sobre todo la capacidad que tenemos para elaborar con inteligencia y rapidez programas en línea. ¡Esto es bastante gratificante!
¿Qué más ha sido positivo?
Pues la variada aportación personal de un gran número de artistas que han leído algo todos los días: Josiane Balasko ha leído cuentos, Fabrice Luchini una fábula de La Fontaine por día, ha habido cursos de yoga y los humoristas, ¡que han estado animando las redes sociales y compartiendo momentos divertidos! También ha habido internautas anónimos que han enviado mensajes divertidísimos para hacernos reír. ¡Como la cuenta de Julie Mamou-Mani en Instagram, qué maravilla! Esto significa que aún tenemos esperanza y que la cultura se puede transmitir vía digital. Pues esto es lo que hay que plantearse: ¿Se puede transmitir la cultura por la vía digital? ¿Podemos vivir en este mundo digital?
¿No debería estar en Cannes estos días?
Ya lo creo… llevo varios días afligida. Hoy es lunes, lo que significa que en este momento estaría corriendo por todas partes instalando el mobiliario en los distintos espacios del Palais des Festivals. Estaría ocupándome de los floristas, comprobando con el jefe Bruno Oger que todo está preparado para la cena de inauguración en el Agora. O sea, que estaríamos a un día de la inauguración del Festival de Cannes 2020, la edición 73.ª, con el personal ya instalado y con esa zozobra en la que estamos todos ensimismados, pues tenemos un montón de cosas que hacer y sabemos que al día siguiente el crucero va a soltar amarras y que el Festival de Cannes va a empezar a navegar para estar doce días en alta mar, con las alfombras rojas, las conferencias de prensa y sobre todo, las proyecciones en esta maravillosa sala Lumière. Al mismo tiempo, los dos meses de confinamiento nos han ayudado a aceptar lo que era de preveer, que el festival acabaría anulándose. Pienso sobre todo en todos estos productores, agentes de ventas internacionales, distribuidores y otros actores de la industria del mundo entero, que tanto disfrutan exponiendo sus películas en Cannes, ¡y para quienes es vital poder participar en el mayor festival de cine del mundo! Pero volveremos, ya que el cine va a seguir haciéndonos soñar y transmitiéndonos emociones.