Jules Durand, estibador de carbón en los muelles y sindicalista, es condenado a muerte en noviembre de 1910 por un crimen que nunca cometió. El "Dreyfus de los obreros" será declarado inocente en 1918 por el Tribunal Supremo, pero terminará sus días en el manicomio. No ha quedado huella ninguna de este suceso.
En el Havre de hoy en día, Sylvestre Meinzer se entrevista con los hombres y mujeres que le conocieron: sindicalistas, estibadores, juez, abogados, psiquiatra, vecinos, familia... Todos se acuerdan de esta historia y recuerdan aquella época, las luchas obreras y la justicia de clase de la que Jules Durand es todo un símbolo.