Claude, un anciano viudo que vive solo y que está desencantado con su única hija, descubre que Lillian, el verdadero amor de su vida, con quien tuvo una breve pero apasionada historia de amor hace muchos años, tiene Alzheimer y ahora vive en una residencia de ancianos.
Él va a visitarla y, después de ver que está sola y que no está siendo atendida con suficiente amor y afecto, decide irse a la residencia para estar con ella sin contarle nada a nadie, salvo a su vecino de al lado, también anciano, que se convierte en su cómplice.