Antiguamente crítico de cine para destacados medios, como The Village Voice, The New York Times, The LA Times, etc., y desde hace cinco años Director de la Programación de la prestigiosa Film at Lincoln Center, Dennis Lim se encarga junto a Florence Almozini de la programación de los Rendez-Vous With French Cinema à New York.
¿Puede usted afirmar que los Rendez-Vous siguen manteniendo un lugar especial dentro de la programación de la Film Society del Lincoln Center, veintitrés años después de su creación?
Sí, se trata de uno de los eventos más importantes del año: el público nunca falta a esta cita, sobre todo este año, en el que hemos tenido un índice de reservaciones muy alto. Lo bueno del cine francés es que tiene una producción muy variada y con un largo abanico, desde el cine muy independiente hasta el cine puramente comercial. Solemos programar cine francés en otros eventos que organizamos aquí, como el New Directors New Films o el Festival de Cine de Nueva York, pero en ningún caso se trata de programas inéditos o tan variados con durante los Rendez-vous.
¿Le parece que la selección del 2018 representa de manera fidedigna el cine francés tal como usted lo percibe?
Siempre hacemos lo posible para encontrar un buen equilibrio dentro de la programación, pero no por ello diría que representa al cine francés en su conjunto. Para mí, lo importante es que los Rendez-Vous permitan descubrir tendencias distintas y talentos diversos, ya sea entre los cineastas conocidos y esperados, o bien entre los más recientes o al menos los menos conocidos. No pretendemos institucionalizar temáticas generales, incluso si en los últimos años hemos tenido la impresión de que las películas que más nos han gustado tenían cierta tendencia a acercarse a un cine social, tratando temas de la realidad social. Este año hemos observado una importante presencia de películas históricas, como Las Guardianas, La Mujer que sabía leer, Nos vemos allá arriba o Marguerite Duras. París, 1944, aunque cada una trate a su manera las dificultades de la reconstitución histórica, y evite a su manera los escollos. Se me ocurre también el ejemplo del cineasta Eugène Green, que altera muchísimo los códigos de la película de época con su obra Waiting for the Barbarians.
En su opinión, ¿qué buca el espectador que viene a los Rendez-Vous?
Para mí, el espectador ideal es el que viene con pocas expectativas. Aunque esto ocurre con poca frecuencia, ya que uno de los grandes placeres del cine es que éste te sorprenda. Y quiero creer que ésto todavía puede sucedernos con un director al que conocemos o con un tipo de cine que creemos comprender. El público de Nueva York que viene hasta aquí para ver cine de fuera suele ser abierto y aventurero, ¡o sea, lo ideal! La gran mayoría de la selección del 2018 cubre, a mi parecer, estas expectativas. Es el caso de películas como Jeannette, la infancia de Juana de Arco, dirigida por Bruno Dumont, que no se parece en nada, y de ello estoy seguro, a ninguna otra película que este público ha podido ver hasta ahora... O bien se me ocurre también el ejemplo de Bárbara, que ha inaugurado el festival. Al leer la sinopsis, uno pensaría que es un biopic, pero se trata de una película bastante más compleja que ello, con un múltiples niveles de lectura e interpretación diferentes sobre la idea de la "representación", ya sea histórica o escénica, y manteniendo cierto nivel de accesibilidad. Haber podido recibir en persona a Mathieu Amalric, que es alguien conocido, y haber podido proyectar su película, nos ha permitido posicionarnos y dar el tono general a toda la selección. Nos ha permitido decir a nuestro público: "El cine que váis a ver no es necesariamente lo que creéis".