En un corredor subterráneo, el n° 72 toca el acordeón para distraer a los transeuntes. En el mismo corredor, Apollinaire y Pidoux hacen un sondeo a los que pasan. Los resultados no son buenos para el n° 72. Lo echarán. Apollinaire y Pidoux deciden salvarlo. Victoria del humanismo contra la dureza de los sondeos. Aunque tampoco el n° 72 es uno más de los que tocan por la calle.