Stéphane, a sus treinta años, es un bioquímico brillante y ambicioso que lleva una carrera fulgurante. Tiene novia y todo parece salirle bien.
Al anuncio de la muerte inminente de su abuela, más por deber que por afecto, viaja a Alsacia, lugar donde nació, para acompañar en sus últimos momentos a la que todos llamaban « Müetter ». Se encuentra en la casa con una prima a la que estuvo muy unido y con una vecina amable y servicial.
A medida que pasa tiempo en el pueblo donde se crió, los recuerdos de su infancia le invaden con tanta fuerza que le abocan a un desenlace insospechado.