Después de haber cometido un atraco fallido, un ladrón malherido se refugia con el botín cerca de una cascada. Allí va a descubrir a una joven que estaba descansando. Desconfiado, el ladrón la amenaza con su arma y le pide que le lleve a casa de su madre para que le cure la herida. Para su gran sorpresa, la joven le propone curarle ella misma allí mismo.