A los doce años, Tedo tiene que crecer cuanto antes. Vive con su madre en un barrio miserable cercano a Tbilissi, Georgia, desde que su provincia natal Abkacia quedó asolada, tras la disolución de la Unión Soviética.
Tedo trabaja de aprendiz en un pequeño garaje, callejea con sus amigos y se sirve de algún que otro apaño para ganar dinero y evitar que su madre tenga que prostituirse.
Un día, decide ir a la « otra orilla », a Abkacia, más allá de la frontera, a buscar a su padre. Tedo inicia allí un viaje iniciático a través de un país arruinado por un conflicto étnico que tan profundas llagas ha causado.
A través de la mirada de niño pero sin ingenuidad alguna, la película nos invita a una lúcida, desgarradora y actual reflexión sobre la violencia y el odio enquistados. Una realidad difícil de mirar que nos incita a cerrar los ojos, lo mismo que a Tedo.