Eva y Léo acaban de conocerse. Ella está muy emocionada ante la idea de visitar el taller de su artista preferido. Él está impresionado pero feliz de poder por fin contar su proyecto cinematográfico a alguien. La va hacer actuar, la va a hacer que entre en su puesta en escena, la va a reducir con él como a una muñeca en su teatro óptico al estilo Méliés para interpretar todos los papeles de la película.