Blandine trabaja como obrera en una fábrica de salazones en la que fabrica el salchichón. Para combatir la monotonía de su trabajo, se ha inventado un mundo paralelo y extraño en el que se encarga de curar a los salchichones desorientados. Un día, cuando su jefe la convoca a su despacho, Blandine se desmorona. Sin embargo, no piensa dejarse intimidar.