Camille se cae y se daña la nariz. Una caída tonta, en apariencia sin importancia. Pero Camille siente que su nariz se mueve, que crece hacia el interior. A Camille le entra el miedo de parecerse a Fabio y a su gran cuerpo de adolescente, a su abuela, deformada por la enfermedad, o a los cerdos del viejo. Le entre el miedo a perder su forma.