Desde 1998 la cifra total de espectadores de cine de animación francés se eleva a 31 millones frente a 24 millones en Francia.
El número de espectadores en el extranjero es superior en 28% al de Francia, superioridad que ningún otro género cinematográfico francés ha alcanzado hasta la fecha.
Desde 1998, nueve cintas han superado la cota del millón de espectadores en el extranjero frente a sólo siete en Francia.
Es cierto que los filmes de animación se exportan y atraen al público extranjero con mayor facilidad : el idioma no es una barrera, el periodo de exhibición en salas de cine sule ser más prolongado y, sobretodo, son películas que se van a ver en familia…
Diez películas de 31 han reunido mayor número de espectadores en el extranjero que en Francia. Suele tratarse o bien de producciones con claras ambiciones internacionales, (Arthur et les Minimoys, Igor), de películas premiadas (Les Triplettes de Belleville, Persépolis) o de personajes mundialmente conocidos por los comics o por las series de televisión (Astérix aux jeux olympiques, Chasseurs de Dragons, Pollux (Le manège enchanté)).
El resto de las cintas, pese a sus ambiciones (Renaissance, Azur et Asmar, La Prophétie des grenouilles...) no logran atraer fácimente al público extranjero y gustan sobretodo en Francia.
De hecho, los próximos estrenos de cine de animación son, en su mayoría, producciones adapatadas a las exigencias del mercado internacional, como, por ejemplo, Totally Spies (serie televisiva retransmitida en el mundo entero), La Nuit des enfants rois o Un Monstre à Paris (producción EuropaCorp).
Europa occidental sigue siendo el mercado más lucrativo del cine de animación francés si bien ciertas cintas triunfan también en Estados Unidos: Igor (casi 3 millones de espectadores), Persépolis (650 000 espectadores), Les Triplettes de Belleville (1,196 millones espectadores). Pero también Rusia empieza a despuntar : Chasseurs de Dragons obtuvo un total de 345 000 espectadores el año pasado..