Impresiones de nuestro superreportero sobre la 67 Mostra internacional de Cine de Venecia - 2010.
En Venecia, todo empezó con Le Bruit des glaçons, la película inaugural de los Venice Days. Bertrand Blier junto con la actriz, Anne Alvaro, estuvieron presentes en el Lido y si bien la obra se vio algo relegada por la proyección de Black Swan con Natalie Portman y Vincent Cassel a su paso por la alfombra roja, el público del festival recibió muy bien al equipo de la película.
Al día siguiente, cambio de tercio con Miral, última cinta de Julian Schnabel, con poco tirón para la prensa internacional, más interesada por La Belle endormie, el cuento de Catherine Breillat. La directora no ha cesado de conceder entrevistas durante dos días en los que tanto ha disfrutado contestando a las preguntas de los periodistas que fueron desfilando por l'Auberge Quatre Fontaines donde Unifrance había instalado su cuartel general veneciano.
Viernes. La directora Alix Delaporte presenta su opera prima, Angèle et Tony, en la Semana de la Crítica. Tanto ella como las actrices, Clotilde Hesme, Grégory Gadebois (quién, nervioso, confesó a un periodista australiano que era su primera entrevista para la TV) y Evelyne Didi, entraron algo intimidadas en la Sala Darsena (1600 localidades) dónde tenía lugar la proyección. 1h25 después, los 1600 espectadores les rindieron una standing ovation de 10 minutos. La película ha encantado y Pyramide, responsable de ventas internacionales, se regodea ya ante las primera operaciones que acaba de cerrar, entre otras, con la sociedad de Nanni Moretti (Sacher Distribuzione) para Italia. La prensa internacional reconoce que se trata de la primera sorpresa agradable de esta edición de 2010. Segunda cinta francesa del día: Happy Few presentada a concurso. Antony Cordier, el director (ya conocido por Douches froides en 2005), acompañado por Élodie Bouchez, Marina Foïs, Roschdy Zem y Nicolas Duvauchelle dan lustro a la alfombra roja. Los artistas se reúnen con los periodistas franceses y extranjeros en la 3a planta del hotel Excelsior, sede del festival, cuyo cierre se anuncia para el año que viene…
A finales de la tarde, el Lido adquiere tintes ticolores ya que Unifrance celebra el cine francés. Se encuentran en l’Auberge Quatre Fontaines : Karin Viard (Potiche), Elodie Bouchez, Marina Foïs, Roschdy Zem, Nicolas Duvauchelle, Antony Cordier, Adrien Jolivet y Marion Hänsel (Noir Océan), Catherine Breillat, Alix Delaporte, Clotilde Hesme y el equipo de la película franco-israelí "Hitparzut". François Ozon, Fabrice Luchini y Judith Godrèche pasan a tomar una copa antes de reunirse con Catherine Deneuve en Venecia. Marco Müller, director artístico de festival, viene a saludar a los invitados. Arnaud Desplechin, miembro del jurado, no se presenta. Obligada imparcialidad : tratándose de un miembro del jurado no podía permitirse figurar junto a los equipos de las películas concursantes. Gran fan de Catherine Breillat, Antony Cordier insiste en despedirla antes de que se retire de la cena. Clotilde Hesme y la directora charlaron abundantemente, quizás recordando el festival de Cine francés organizado por Unifrance en Brasil en 2008 en el que ambas participaron ! El tiempo es excelente la noche del viernes, todo el Lido tiene en mente una sola palabra: Potiche
Sábado, 9h de la mañana, la sala de proyección de la película para la prensa se encuentra llena y a los pocos minutos de empezar se oyen abiertamente las primeras risas. La prensa queda prendada por el charme y el chandal rojo de Catherine Deneuve. Aplausos. François Ozon, nervioso la víspera, respira aliviado. La reacción es la misma que la del público durante la proyección oficial. La distribuidora italiana, Bim, no cabe en sí de gozo (y de alivio). Poco antes de la proyección, el público aclama a la que aquí llaman "La reina Catherine". El equipo de la película celebra el éxito durante toda la noche y al día siguiente, con cara cansada, contesta a las preguntas de los periodistas. Corte final de la primera semana de festival.