El 19 Festival de cine francés de Japón organizado por uniFrance films ha tenido lugar en Tokio, del 23 al 26 de junio
Por varios motivos, el festival de 2011 tiene un significado muy especial.
En primer lugar, es la primera edición del nuevo formato de festival, en julio, en el Asahi Hall de Yurakucho, barrio de Ginza, uno de los más prestigiosos de Tokio, en el que se encuentran muchas salas de cine. Hace ya un año que se había previsto el cambio de lugar y fecha con el fin de entablar una alianza con el gran diario Asahi Shimbun y de captar nuevos públicos, más jóvenes que el tradicional público femenino asiduo al festival de cine francés de Japón.
La catástrofe del 11 de marzo dificultaba en gran manera la organización del festival y, pese a todo, muy rápidamente se tomó la decisión de mantenerlo. Pero, dadas las circunstancias, se consideró oportuno, dar muestras de sobriedad - por ejemplo, suprimiendo la alfombra roja - y aprovechar la ocasión del festival para manifestar al público japonés la solidaridad de uniFrance films, en representación de toda la cinematografía francesa.
Los artistas y los profesionales se adhirieron a las manifestaciones de soidaridad ya que además de los directoresOtar Iosseliani y Jean-Paul Jaud quienes inmediatamente hicieron saber que mantenían su viaje a Japón, otros artistas aceptaron también ir a Japón a presentar sus obras: Jean-Pierre Améris, Rebecca Zlotowski y Olivier Treiner, y el actor Jules Pélissier. Luc Besson, por su parte, no sólo mostró desde un principio gran interés por acudir a Japón sino que aceptó además apadrinar el evento, gesto que mucho apreció el público nipón.
El CNC se asoció igualmente a la iniciativa organizando la primera visita a Japón de su nuevo presidente Éric Garandeau, quién se reunió con sus homólogos japoneses de la Agencia cultural y del Ministerio de Industria, entidades encargadas en Japón de las políticas de fomento del cine. Este año, además, Japón acaba de lanzar un fondo de apoyo a coproducciones internacionales, reiterando de nuevo su deseo de firmar un acuerdo de coproducción con Francia.
Los 12 largometrajes y 6 cortometrajes seleccionados fueron proyectados en la sala del Asahi Hall (693 localidades) y en la sala Toho Nichigeki 3 (522 localidades) del mismo complejo.
Todos los artistas tuvieron ocasión de dialogar con el público durante los debates organizados después de cada sesión, aprovechando igualmente para firmar autógrafos a los que son muy aficionados los cinéfilos nipones. La firma de autógrafos tuvo lugar en el muy animado « French Cinema Café », situado al lado de la sala Asahi Hall, decorado durante toda la semana con imágenes de las películas de la selección y regentado por le Pré Verre, una brasserie francesa de Tokio
El público hizo honor a las películas: asistieron más de 6000 espectadores en 4 días, a saber una tasa de ocupación de 72%.
El premio del público fue atribuído a Tímidos anónimos de Jean-Pierre Améris, que tuvo especial éxito.
En cuanto a la renovación del público, misión cumplida; acudió un público muy numeroso y considerablemente más jóven y variado, lo que se debió, probablemente, a varios factores: una selección muy representativa del jóven cine de autor francés (Bella espina, Simon Werner a disparu..., Tomboy), provechosa cooperación en la organización del festival con el equipo joven y dinámico del festival japonés Tokyo Filmex, celebración del festival en una sala muy conocida por todos los cinéfilos de Tokio y una campaña de promoción basada en el diario Asahi Shimbun y en la muy popular radio J Wave.
uniFrance films quiso dar prueba de su solidaridad con las víctimas del seismo y del tsunami haciendo entrega a Civic Force, una ONG japonesa muy implicada en la asistencia a las víctimas, de parte de la recaudación del festival y del producto de la venta de una camiseta creada especialñentepar el evento, en colaboración con la empresa Petit Bateau y la agencia de diseño Kissing Kourami. A más de 1,5 millones de yens (unos 13 000 euros) se elevaba la dotación a Civic Force.
Completaron la programación otros actos y eventos. Con ocasión del festival, el Instituto franco-japonés organizó una retrospectiva de Claude Chabrol, cuya obra interesa tanto a los japoneses pese a que siguen inéditas allí muchas de sus películas. En el mismo momento del festival, el Estudio Harcourt presentó en el Nexus Hall de Ginza una magnífica exposición de retratos de artistas que dió gran resonancia al festival. Por último, el director Otar Iosseliani impartió una master class en la Escuela de cine de Tokio.
De los 12 largometrajes presentados, 4 ya tiene fecha para su estreno comercial en los próximos meses por lo que los artistas concedieron sendas entrevsitas a la prensa japonesa como promoción de los estrenos. El resto de los largometrajes no tiene aún distribuidora en Japón y los vendedores internacionales de esas películas presentes en Tokio aprovecharon la visibilidad proporcionada por el festival para adelantar las negociaciones con posibles distribuidoras. Antes del comenzar el festival hubo además proyecciones especiales de todas las películas de la selección destinadas a futuros compradores y a profesionales de los medios.
El festival se acompaña año tras año de un mercado cinematográfico en el que esta vez participaron 25 personas de 22 sociedades francesas interesadas en conocer a compradores japoneses. El mercado, organizado en un salón del hotel Peninsula, a muy poca distancia del Asahi Hall, fue lugar de numerosos encuentros, que en parte culminaron en ventas. A juicio de los participantes, el mercado cinematográfico francés de Japón es una cita importantísima máxime en un momento en que los compradores japones, después de varios años de morosidad, vuelven a comprar cine. Dada la tan difícil situación del mercado japonés para las cinematografías extranjeras – el cine nacional obtuvo en 2010 un total de 54% de cuota de mercado -, tanto el mercado como el festival de cine francés sirven de escaparatey de foro de encuentro en que se concluye buena parte de los negocios.
Web oficial: http://www.unifrance.jp/festival/