Costa, de 28 años comparte piso alquilado con Julie, Piero y Seb. Le dan un subsidio de reinserción, una ayuda para vivienda; y, para sacar algo más, vende droga. Es una forma de resistencia pasiva en espera de que se cumpla la profecía de Andy Warhol.Como vive al día, sin decidir nada, desfasado por su estilo de vida y su rechazo a madurar, empieza a plantearse cosas. Cuando, una noche que está con el muermo, se pone de repente a orinar gasolina... Suceso que da un giro a su vida.