En nombre “de la lucha contra el terrorismo”, en los años setenta y ochenta se llevó a cabo en América Latina una operación especial, denominada secretamente Condor. Fue ideada después del golpe de estado de Pinochet en Chile e iba dirigida contra los grupos de izquierda. Al poco tiempo, Condor se convirtió en una red de enlace entre las distintas dictaduras militares del continente, con el apoyo del Departamento de Estado norteamericano y la CIA.