Jean-Marc Barr sube y baja por una avenida de París, haciendo preguntas a la gente sobre el dinero, la felicidad, los deseos de unos y otros, las ideas que la gente tiene para poder cambiar el mundo. La ocasión se presenta para poder hablar, comunicar. No se trata de un reportaje, ni de un micrófono fijo a una acera, sino una "road-movie" de avenida, con una serie de sorpresas, diversiones e invitados sorpresa. Una nueva experiencia de cine en directo, una película dentro de la película sobre la vida urbana en Francia, en el 2011.