Claire trabaja como cirujano del corazón y se entrega completamente a su oficio, refugiándose en un feroz combate contra la muerte. Ello la ayuda a eludir la desaparición accidental de su joven hijo, que ocurrió hace diez años. La relación de Claire hacia la vida y hacia los demás se ha borrado poco a poco, sobre todo hacia Antoine. El día del aniversario de la muerte del hijo, Claire le salva la vida a un adolescente que podría tener la misma edad que su propio hijo, si éste estuviera vivo. Al día siguiente, mientras está operando un caso delicado de un hombre mayor, el adolescente muere.