Después de haber estado viajando durante años, Pascal y Pauline vuelven a la propiedad de los padres en el campo, donde descubren que éstos no pueden seguir manteniéndola. Esto les va a suponer una confrontación con los amigos de la infancia, que nunca se fueron del pueblo. Y sobre todo, con Emmanuel, que quiere comprarles el terreno al mejor precio, para seguir construyendo residencias de ancianos.
Los amigos del pasado y los proyectos del futuro, ¿cómo se compaginan?