Diciembre de 1969, Thelonious Monk llega a París. Antes del concierto previsto para la noche, pasa por la televisión para grabar un programa.
Los negativos conservados muestran a un Thelonious Monk distinto, cercano, atrapado por las garras de la violenta fábrica de clichés de los que intenta escapar.
La película narra el pasaje de este gran artista, que querría existir solo por su música. Y el retrato crudo de una maquinaria mediática tan ridícula como indignante.