Enrolados en una misión kamikaze que les llevará a dejarse abatir durante un atentado trucado, un sniper suicida y un atracador, afectado por una enfermedad incurable, entablan amistad.
Adrien, el rey de los atracos imposibles acaba de salir de la cárcel. Una grave enfermedad le va consumiendo por lo que no le quedan más que unos meses de vida. Werner, un exlegionario pasado a mercenario y tirador de primera, llevado por su locura suicidaria, se implica en todos los conflictos de este mundo.
La narración comienza con la enigmática llegada de Radman quien les propone perpetrar un atentado trucado en Bucarest. Adrien y Werner, cada uno por motivos distintos, ven en ello la oportunidad de resolver todos sus problemas. Con ese dinero, Adrien podría asegurar un medio de vida a su mujer y a su hijo y Werner podría lanzar el último estremecedor desafío a la muerte.
Los dos aceptan las condiciones del contrat: morir durante la operación. Aunque no tienen demasiado en común, el exatracador y el mercenario se disponen a compartir sus últimas horas de vida y muerte. El día de la operación, nada sale como se pensaba. Los dos se dan cuenta que se les ha utilizado. Se encuentran solos, aislados, acusados injustamente de asesinato y acorralados. Unidos ante la adversidad, Adrien y Werner deciden lanzarse a una arriesgadísima persecución con la que intentan encontrar a Radman, proteger a los suyos y, en contra de lo previsto, salvar sus vidas.