Annabelle, Christophe, Damien, Maïté y Jérôme son sordos, pero también ciegos. Se expresan con el lenguaje de los ciegos. Tienen que firmar en las manos de los demás para comprenderse. El lenguaje táctil que utilizan es sensual y misterioso. Necesitan tocarse para encontrarse, contarse chistes, pelearse o quererse.