Una cita que se nos escapa, a la que nos habría gustado asistir, y en la que pensamos todo el tiempo, o bien un encuentro inesperado que nos inventamos todo el tiempo. Para Lucien, se puede soñar con todo. Los recuerdos adquieren su verdadero sentido solo cuando tratamos de realizarlos: por eso todos los días está mirando a la gente pasando por la calle.