Hector se cruza con Truquette en el Louvre el 14 de julio y, desde entonces, no piensa más que en ligarla. Lo mejor sería llevarla a ver el mar. Pator piensa lo mismo, sobre todo si les acompaña su amiga Charlotte...
Cortejados por el inevitable Bertier, allá van por las pequeñas carreteras de Francia, pais donde nadie tiene ya ni un céntimo. Estamos en plena crisis. Hay que lograr que los franceses vuelvan a trabajar. Para ello, el gobierno decide adelantar un mes la vuelta de las vacaciones.
La intervención de un excitado primero y unos cuantos fajos de billetes más tarde bastan para que la pandilla se divida en dos campos, al igual que toda Francia, enfrentada entre los veraneantes de julio y los de agosto. Pero circular en direccion contraria a la del trabajo no es algo que asuste al trío restante, dispuesto más que nunca a encontrar a la chica del 14 de julio y a vivir a lo loco.