Marie se despierta en su cuarto. Está sola, tiene veintitrés años y acaba de nacer. Por primera vez en su vida, Marie abre los ojos y descubre el mundo que le rodea. A través de lo que experimenta por sus sentidos, Marie va a buscarse, construirse, hasta llegar a hablar. Y la primera palabra que va a pronunciar va a condicionar su vida para siempre.