Para escapar a ratos de su triste existencia de pequeño criminal, Sebastián se deja llevar por el mundo de los sueños. Es el único lugar donde se siente protegido y donde puede proteger el amor que siente por Emilia. El único lugar donde puede escapar de las amenazas del mundo real. Pero la frontera entre los sueños y la realidad empieza a desdibujarse...