El sentido del ritmo y la manifestación de lo sagrado conforman el conjunto de la obra del cineasta Clément Cogitore, que se inspira en los encuentros, los fenómenos de grupo y la expresión de las creencias de hoy en día, ya sean éstas erráticas o difusas, o sin objeto definido. La circulación y la banalización de las imágenes forman el fuera de campo de este enfoque: el artista se enfrenta a éste y responde con una intensidad visual y un sentido del cuento que alcanza lo fantástico.