Bernard, recién jubilado, decide mudarse a otra casa, la casa en la que va a vivir el último capítulo de la historia de su vida. Bernard es mi amor, yo soy su esclavo... su último amante. Le ayudo a guardar el látigo en una caja, entre los retazos de su memoria, los recuerdos de sus amantes que el SIDA le alejó de sus brazos, los restos de una familia adoptiva que le mantuvo aislado, de una educación rígida, de una madre y de un padre que nunca conoció. Entre un latigazo y el arnés de cuero, charlamos sobre el amor, la muerte, los años de SIDA, de su nuevo proyecto de vida, de nosotros.
Las heridas y el equipaje mortuorio de un sobreviviente, un grito a la vida, la luz de su deseo sexual.