En la pantalla se ve un cardioscopio: el corazón se detiene. La hermana Angèle es una religiosa de sólo veinteiún años. En la plaza del mercado vende frascos de miel de su comunidad. Pero también tiene un comportamiento extraño: en secreto se encuentra con un joven en un bungalow de la playa. También hace visitas a los enfermos en el hospital. Es allí que ha conocido a la joven española cuyos días están contados: Rosa María Dolores. Ese encuentro así como el de Paolo van a llevarla a descubrirse a sí misma. A escuchar el corazón que late en su pecho.