La cineasta Sylvaine Dampierre es oriunda de Guadalupe pero siempre ha vivido en Francia metropolitana. Por eso, decide ir allí en busca de sus raíces y de su historia personal. Durante ese  largo camino iniciático en que se entremezclan  las conversaciones con la gente con los relatos del padre, a base de conocer mejor la isla y la trágica historia de la esclavitud, espera descubrir el origen de su apellido.
La narración se nutre de múltiples referencias sensoriales, plásticas, emotivas. Los relatos del propio padre de la cineasta, quien desde muy pronto decidió mudarse a la metrópolis, los de Rogers estudioso de genealogías o los de la coreógrafa Lena Blue, tratan de detectar las huellas actuales de la esclavitud  tomando el pulso a toda una nueva generación que aspira a reapropiarse de su propia cultura.